BLEED, DE MESHUGGAH: PURAS MATEMÁTICAS

Hoy, por primera vez en este blog, os vengo a hablar de Meshuggah. No es un grupo que adore ni del que sea un gran fan, pero creo que temas cómo Bleed merecerían más reconocimiento musical. Además, creo que estos tipos son unos genios. Ahora veréis porque digo esto, ya que hoy vamos a hacer algo diferente.

Hoy quiero salir de la rutina y, en vez de hacer la reseña de un álbum o cualquier otra cosa, voy a analizar una canción. Y me estoy refiriendo a Bleed, un tremendo temazo. Esta canción fue añadida en el sexto álbum de estudio de Meshuggah, titulado obZen.

Con una duración de casi 7 minutos y medio, Bleed es un tema ultra complejo. Para empezar, seguramente creas que este temazo está escrito en algún compás irregular, cómo un 7/4, 7/8 o alguno aún más extraño. Pero no, está compuesto en un 4/4 normal. Y sé lo qué pensarás. No se pueden contar cuatro tiempos exactos en cada compás, por lo que no tengo razón. Pero esto se debe a que la canción está escrita de una manera muy compleja.

Aquí empieza una explicación más técnica musicalmente hablando, aunque espero que puedas entender esta parte del post sin tener ningún conocimiento musical. Antes de nada, tenéis que saber esto.

Aquí os he mostrado una imagen de las figuras musicales que debéis conocer. Pero ahora nos vamos a centrar en las semicorcheras y las fusas, ya que la canción va entorno a esto. Si nos centramos en la parte rítmica (concretamente en el patrón del bajo y del bombo de la batería), podemos ver que hacen un ritmo en repetición. Este está formado por dos fusas y dos semicorcheras una partitura se vería así:

Si miramos a cuántos tiempos equivale esto, tenemos que sumarlo: Dos fusas son lo mismo que una semicorchea, por lo que tenemos lo mismo que tres semicorcheas. Pero esto no llega a componer un tiempo entero por lo que, si repetimos esto en bucle, cada compás  va a quedar distinto al anterior. Pero, si empezamos a copiar y pegar este patrón en un compás 4/4 (cómo es el caso de la canción), vamos a ver que los compases empiezan a quedar diferentes. Pero en el tercero todo se reinicia por lo que, en el caso de la batería y el bajo, solamente deben repetir tres compases en bucle. Más adelante la cosa se complica, pero de momento lo dejamos aquí.

Cómo habéis podido ver en este post, cualquier insignificante detalle puede hacer que la música se convierta en algo casi imposible de interpretar.